¿Cómo elegir un postgrado de Comunicación?

Existe hoy una mayor demanda de capacitación de postgrados en Comunicación porque la imagen de una empresa es un factor estratégico, ya que la sociedad no solo valora la calidad de los productos o servicios, sino también la percepción que tengan de ellos sus públicos diversos.

Por eso, se precisa de gente que sepa gestionar eficazmente los vínculos de comunicación entre las empresas y la sociedad. En el mercado hay lugar para profesionales competentes, que en su mayoría proceden de la especialidad (Comunicación y afines), pero también de otras profesiones que precisan manejar mejor las herramientas conceptuales y prácticas de la gestión comunicativa.

Preguntas Básicas

Para capacitar a los profesionales que hoy se demandan existe una oferta académica en nuestro medio, no amplia pero suficiente, a fin de cubrir esas brechas de idoneidad en la gestión de la comunicación en las organizaciones.  Si usted está pensando estudiar un postgrado (diplomado o maestría) nuestro consejo es preguntarse estas cuestiones básicas, antes de decidir:

  1. ¿Qué contenidos aborda el programa? ¿Cuál sería su aplicación en mi trabajo o su utilidad en mis planes de crecimiento profesional?  Pensar no solo en lo que me sirve para lo que hago hoy sino para lo que aspiro a hacer mañana en otro puesto.
  2. ¿Qué institución educativa emitirá el diploma? ¿Cuál es su prestigio o competencia en el medio? Considerar cuánto valor puede añadir esa certificación al propio Curriculum vitae.
  3. ¿Quiénes imparten la capacitación? Evaluar la solvencia que tienen los docentes para aportar contenidos basados en su conocimiento teórico y práctico y sobre todo en su experiencia personal.  Recuerde que la teoría se puede alcanzar por los libros, pero es impagable la interacción con los que han vivido campañas exitosas, crisis, iniciativas destacadas, tareas complejas.
  4. ¿Cuánto esfuerzo e inversión me demandará? Considerar la inversión de tiempo y el costo de la matrícula y mensualidades; evaluar si le dan facilidades de pago. Es bueno sopesar que el esfuerzo de financiamiento puede ser arduo, pero la compensación es largamente satisfactoria.  Tener una mejor capacidad profesional le da frutos inmediatos y en el largo plazo.

A estas cuestiones le puede agregar otros aspectos a considerar como si es presencial o educación remota.  La ubicación de la sede académica, el tiempo de desplazamientos, las facilidades para acceder al transporte o estacionar su vehículo, etc.  Su propia disposición para conectarse regularmente, sus instalaciones de conectividad, su capacidad para trabajar a distancia. Pero lo fundamental es que haya una relación positiva entre lo que le va a costar seguir estos estudios y los beneficios que le aportará.  Definitivamente usted debe concluir que dichos estudios le aportan un valor diferencial.

Modalidades

Una capacitación no presencial o a distancia, suele ser cómoda y en los tiempos post-pandemia, es casi imperativa.  Para algunos, puede no ser práctica porque recarga el peso del funcionamiento en el interés de cada participante, en su auto-motivación, y en las pocas oportunidades de contacto con los docentes.  La capacitación presencial implica desplazamientos y dedicación, pero se compensa con la interacción no sólo con docentes sino con los otros participantes que aportan un ambiente de aprendizaje más rico y dinámico.

El otro aspecto es optar por un Diplomado o por una Maestría.  Generalmente los diplomados son más cortos y más económicos.  Se debe estudiar bien las referencias de un programa de capacitación mediante los testimonios de gente que los haya llevado antes, o indagando qué profesional exitoso se ha capacitado allí. Si las circunstancias hacen que usted no puede desconectarse del empleo y solo puede destinar un tiempo parcial para capacitarse, pues opte por un Diplomado.

Hay diplomados sobre temas específicos como Comunicación Interna o Gestión de la Comunicación Digital, estos pueden variar de doce a 30 horas.  Pero una inmersión en la variedad de temas que faciliten una actualización más completa y suficiente, debería demandar varios meses.

Una maestría tiene necesariamente una inversión mayor y consume mucho más tiempo.  Quien decida llevarla tiene que disponerse a mantener un esfuerzo consistente durante aproximadamente dos años, en los que más allá de las horas de clase están las interacciones con los grupos, y las horas de dedicación a los materiales.  Si usted o su empresa pueden financiar este tipo de grado, sería recomendable llevarlo.

Pero, una maestría se aprovecha mejor si uno ya tiene una trayectoria en la especialidad, si entiende bien su lenguaje y complejidad, y si tiene la convicción de que esta capacitación lo impulsará a otros niveles de gestión en su carrera. Por ejemplo, estudie la Maestría si decide dedicarse a la educación superior.

Si se trata de estudios presenciales en el extranjero, es natural ocuparse no sólo de responder las preguntas básicas ya mencionadas, sino del auto-sostenimiento y de la adaptación social fuera de su país. Los retos usuales son el idioma, las costumbres y características de la ciudad de destino (clima, complejidad, lejanía) y fundamentalmente los medios para sobrevivir con dignidad. Para aquellos que ya cuentan con cinco o más años de ejercicio profesional, es oportuno salir del país, no sólo por la capacitación sino por vivir la experiencia que aporta a su madurez.

Resultados

En la actualidad, un postgrado en Comunicación o Imagen, debería aportarle tener una visión estratégica para manejar los planes de comunicación, y para ser soporte ejecutivo de la alta dirección.  La comunicación ha dejado de ser operativa y parroquiana, en el sentido de ocuparse únicamente de la parcela de la información y los medios.

Su participación en un postgrado, debería proveerle una mayor eficacia en la gestión de la comunicación al conocer todos los procesos y las mejores prácticas de comunicación, y tener una sólida comprensión de los factores que inciden en la reputación y la imagen pública y del rol de los diversos públicos.

Por ejemplo, en un país como el Perú, un comunicador directivo, no puede ignorar los desafíos del entorno social; en especial si se trabaja en industrias extractivas o en proyectos del Estado que implican relación con comunidades. Baja cultura, informalidad, mediaciones políticas.

Adicionalmente, un postgrado debería apoyar un mayor desarrollo de sus capacidades personales para liderar la aplicación de la comunicación en su organización.  Tiene que ganar legitimación y ser reconocido como el más competente en la materia cuando se trate de vincularse con los públicos.

Una revisión de las tendencias de la comunicación en el futuro inmediato, nos lleva a concluir que esta actividad será cada vez más demandada en las organizaciones, porque se hace más integral y precisa.  Implica mayor manejo tanto de medios tecnológicos como de la esencia humana.  No solo se debe conocer de redes sociales y de analítica web, sino revalorar que la esencia de la comunicación es el diálogo y que la mejor práctica para entender a los públicos es la empatía.

En conclusión: un postgrado de comunicación no sólo debe darle herramientas conceptuales sino un cambio actitudinal a su carrera.  Debe inyectarle una mayor motivación para crecer y aspirar a mejores posiciones, debe facilitarle el trabajo en equipo y adquirir una mayor autoestima para persuadir sobre sus iniciativas y proyectos.  En suma, usted debe acrecentar su conocimiento especializado, pero también su inteligencia emocional.

* Artículo corregido y actualizado, publicado originalmente el 22 de febrero de 2016 en www.gerens.pe