Curiosos escritos que citan al autor: los antiguos cameos

Los primeros “cameos”.  Los creadores de los relatos en general a veces ceden a la tentación de reflejarse y mencionarse a ellos mismos en su obra. Bueno, no fueron los cineastas o personajes famosos de nuestro tiempo los que inventaron el cameo (o aparición breve de un famoso representándose a sí mismo). Todo parece comenzar en la auto mención de los lejanos escribas y primeros novelistas.

Al “mago del suspenso” Alfred Hichtcock le encantaba filmarse a sí mismo en sus películas como un extra más. Después, muchos otros lo hicieron incluyendo a Stan Lee, creador de superhéroes de Marvel, o al inefable Donald Trump cuando era un hombre de negocios más figureti que político. Pero se sabe que diversos autores, como el célebre Dante Alighieri en La Divina Comedia, se retrata a sí mismo descendiendo al infierno, y Pablo Neruda frasea en poemas su propia existencia.

Sin embargo, en la narración escrita más antigua que se conozca, La Epopeya de Gilgamesh, que cuenta las aventuras del rey de Uruk en la vieja Mesopotamia, ya se halla una mención del personaje a sí mismo. La primera auto mención escrita en tablillas de arcilla de más de 3 mil años de antigüedad. Al final del largo poema, se lee que Gilgamesh recorrió un largo camino, estaba fatigado, pero en paz, y decidió fijar todos sus trabajos por escrito. O sea, el narrador revela que el autor de la obra es el mismo protagonista, el mítico rey.

Cabe indicar que ese célebre escrito, descubierto bajo las arenas de lo que fue Nínive (hoy Irak), fue copiado y reproducido muchas veces por orden de un lector y admirador de esa narración: se trataba del rey de Nínive, Asurbanipal, gran conquistador y también escriba, que decidió crear una magnífica biblioteca y un centro de copiado de escritos antiguos. Ese monarca, preocupado por las constantes inundaciones por desbordes de los ríos, y la guerra fratricida que podría darse por la rivalidad de su hermano, dispuso que la Epopeya se copiara y guardara en varios centros poblados de su reino para garantizar su existencia (1).

Muy curioso, pero dos mil quinientos años después, durante la guerra fría, el mismo criterio de tener copias de seguridad en otros lugares para no perder información esencial daría origen a lo que hoy es internet y las redes digitales. La agencia ARPA del departamento de defensa estadounidense, pensó lo mismo ante el riesgo de una destrucción masiva por la entonces profunda rivalidad con los soviéticos.  Fue así que se diseñó un sistema informático que pudiera interactuar desde diversos lugares entre sí y con el computador central, lo que originó el primer sistema operativo. (2)

¿Quién narra El Quijote?.  Muchos autores optaron por narrar desde una identidad distinta. Algunos por evitar las consecuencias; otros por superar la discriminación, como las mujeres que firmaron como varones. Bastaría señalar que el célebre Miguel de Cervantes, comenta a sus lectores que la vida del ingenioso hidalgo, enajenado por las leyendas de caballería, la ha tomado de una narración en árabe, atribuida a un misterioso escribidor, Cide Hamete Benengali . Y desde ahí desarrolla un juego de espejos, donde a veces se refiere a lo que leyó, a veces narra en primera persona, a veces como una tercera voz.

Más sorprendente aún: Cervantes se hace presente en su propia creación. Se deduce que Don Quijote ha leído la obra de Cervantes. Cuando el cura del pueblo hace una purga de la biblioteca de Don Quijote, halla un ejemplar de La Galatea (de Cervantes); es decir, el ser de ficción da vida al verdadero autor. Y con el tiempo la descripción que Cervantes hace de sí mismo sirvió de base para ilustrar la imagen de su personaje: entrado en años, adusto, rostro aguileño, barbas de plata. Así el autor desconocido desplaza a su famosa creación y le presta su silueta (3).

Como bien subraya Vargas Llosa (4) «Aunque no lo sepan, los novelistas contemporáneos que juegan con la forma, distorsionan el tiempo, barajan y enredan los puntos de vista y experimentan con el lenguaje, son todos deudores de Cervantes».  Don Miguel de Cervantes revolucionó las formas narrativas de su tiempo. Como antes lo hicieron escribas anónimos y reconocidos autores de época.

 

1.- Puchner, Martin, 2019: El poder de las Historias, o cómo han cautivado al ser humano, de la Ilíada a Harry Potter, editorial Planeta, Colombia, página 58—59.

2.-Oviedo, Carlos, 2014, Organizaciones espejo; comunicación y empatía para la sostenibilidad; GERENS, Lima; pág. 200.

3.- Manguel, Alberto, 2010, La ciudad de las palabras; mentiras políticas, verdades literarias, RBA Libros, Barcelona, pág. 140.

4.- Vargas Llosa, Mario, 2004, Presentación de Don Quijote de la Mancha

edición del IV Centenario, RAE—Alfaguara, San Pablo, Brasil.

FOTOS: Hitchcock, SensaCine.com.mex; Cervantes, BiografíasyVidas.com