Huelga en Hollywood, cosas raras e inteligencia artificial

El genial cineasta Stanley Kubrick imaginó una “Odisea del espacio donde una supercomputadora —llamada HAL— que gobierna un viaje intergaláctico y piensa por sí misma, de pronto toma el control de la nave y de sus pasajeros. Ese film de hace medio siglo impactó fuerte porque era una visión sobre el futuro que señalaba temores y posibilidades. Nadie sospechaba que la inteligencia artificial haría posible esa visión, ahora.

De hecho, desde que se inició la era de la inteligencia artificial (IA) están sucediendo cosas raras. Los guionistas y escritores de cine de Hollywood, desde hace unas semanas que están en huelga. Hace unos días el gran sindicato de actores SAG-AFTRA con 160 mil afiliados también se declaró en paro, después de 60 años, enfrentándose a los dueños de los grandes estudios de cine y de plataformas streaming.

Es cierto que hay un complejo de situaciones detrás de las protestas, pero lo que tienen en común es el problema generado por las nuevas tecnologías, como el auge del cine virtual mediante el streaming (Netflix, HBO Max, Disney Plus, etc.) y las aplicaciones de IA.

Quienes producen las historias y guiones de cine en Hollywood se ven amenazados por los despidos y por su inminente obsolescencia. La IA puede escribir las historias bastante bien, y en segundos. Ellos dicen que se requiere mayor protección a sus obras, ya que la IA usa sus trabajos como fuente e imita o repite sus historias sin que reciban compensación alguna. La IA los deja sin trabajo, gratis.

Los actores están golpeados económicamente porque un recurso principal de sus ingresos, está reducido al mínimo: los llamados pagos “residuales” que se generan por la repetición de filmes y series, especialmente en el streaming. Es una “amenaza existencial”, dicen. Peor aún: los estudios pretenden pagar solamente una vez por el uso de voz e imagen, y luego dejar que la IA construya sus actuaciones por computadora, libremente, lo que califican como “una explotación de su imagen y talento sin consentimiento ni retribución”.

Nadie duda de que la IA es un progreso científico. IA emula las capacidades mentales del hombre y agiliza la toma de decisiones. Pero implica muchos riesgos (véase más abajo los riesgos identificados, según el ChatGPT, una aplicación de inteligencia artificial).

Muy raro: en mayo último, el creador del ChatGPT, Sam Altman, director de OpenAI, pidió al Congreso norteamericano que regule el desarrollo y usos de la IA. Hace pocos días el presidente de USA Joe Biden, después de reunirse con los presidentes de las siete mayores corporaciones de Silicon Valley (incluyendo Amazon, Google, Meta, Microsoft y OpenAI) expresó que se está buscando que la inteligencia artificial se desarrolle con mayor seguridad y transparencia.

¿Por qué la inteligencia artificial es un peligro?

Hace mucho que el famoso historiador y filósofo israelí Yuval Noah Harari, viene señalando ese riesgo en sus libros y conferencias. Basta ver su reciente charla acerca de su libro para niños “La historia de los imparables”, donde insiste en que “debemos dominar la IA, antes de que ella nos domine y acabe con la humanidad”.

La inteligencia artificial, es una creación y una herramienta humana, totalmente distinta a las anteriores, argumenta. Se trata de “la primera tecnología de la historia que crea historias”, debido a que tiene la capacidad para elaborar textos, imágenes, videos e incluso música, a partir de ideas que les suministran los usuarios.

Y por eso es la primera invención humana que en lugar de darnos nos poder nos lo quita. Todos los inventos anteriores dejaban que el humano decidiera sobre su uso. Un cuchillo no decide por sí mismo: quien lo manipula es el que decide si usarlo en la cocina o para cometer un crimen. Lo mismo rige para un arma, un vehículo o la energía nuclear. Adicionalmente, la IA puede crear algo nuevo; puede hacer arte y aplicar creatividad por sí misma. O sea, la máquina produce arte y cultura.  Por eso, Harari se pregunta: ¿Quién tomará las decisiones en el futuro?, y luego sentencia: “nos están arrebatando el poder”.

Más impactos inmediatos

Algunos dirán, ¡oh, qué pena! Pobres los guionistas y actores de cine, pero como yo no tengo ese trabajo, no me importa. Pero, vamos, eso es simplismo. Los redactores, periodistas y escritores, ya deberían estar preocupados por el futuro. El programa “Genesis” de Google es una herramienta que está por aplicarse en las redacciones de grandes medios como The New York Times, The Washington Post, o en The Wall Street Journal.  Otra aplicación está dejando sin ocupación a los abogados norteamericanos ya que en segundos puede dar antecedentes jurídicos y trazar la mejor estrategia legal.

Todas universidades y los docentes del mundo están indagando cómo usar sanamente la inteligencia artificial ya que —por ejemplo— el ChatGPT puede hacer las tareas o ejercicios de investigación con una información y redacción bastante limpias. Entonces ¿quién merece la nota, el alumno o la IA? Y los propios estudiantes deberían preguntarse si lo que importa es sacar buena nota con trampa, o hacer el esfuerzo y aprender.

Hoy se buscan maneras de controlar los usos de la IA. Por ejemplo, los niños y jóvenes deberían ser instruidos para cuestionar las historias que nos crean un universo creíble, pero engañoso. Todos los operadores de plataformas digitales deberían etiquetar los contenidos alterados o creados por IA.

Quizá así, creer a los influenciadores o las noticias falsas, los bulos, o seguir a los fabricantes de escándalos, sería bajo tu propia decisión; algo así como “fumar hace daño a la salud”, si después de leer ese mensaje sigues fumando, es tu problema.

Ahí aparece la insólita y llamativa imagen de Barack Obama y Joe Biden vestidos de traje rosa, en alusión a la nueva manía impulsada por la película de Barbie. Seguro que los republicanos se la creen. Para no ir tan lejos, en la Feria del Libro que está funcionando en estas semanas en Lima, se puede “chatear con Vallejo”. Bueno, pues.

¿Cuáles son los riesgos de la inteligencia artificial para la humanidad? Respuestas del ChatGPT soportado por IA:

Desplazamiento laboral: La automatización impulsada por la IA tiene el potencial de reemplazar muchos trabajos humanos, lo que podría llevar a la pérdida de empleo para ciertas profesiones y sectores.

Sesgo y discriminación: Si los datos utilizados para entrenar a los sistemas de IA contienen sesgos inherentes, estos pueden ser perpetuados y amplificados por los algoritmos, lo que lleva a decisiones discriminatorias y no equitativas.

Privacidad y seguridad: La IA puede ser utilizada para recopilar y analizar grandes cantidades de datos personales, lo que plantea preocupaciones sobre la privacidad y el mal uso de la información.

Armas autónomas: La militarización de la IA y el desarrollo de armas autónomas podrían plantear riesgos graves para la seguridad global y la estabilidad, ya que podrían ser utilizadas de manera inhumana o descontrolada.

Dependencia y control: A medida que la IA se vuelve más omnipresente, existe el riesgo de que los humanos confíen en ella de manera excesiva y, en última instancia, cedan demasiado control en decisiones críticas a los algoritmos, lo que puede tener consecuencias imprevistas.

Superinteligencia: La posibilidad hipotética de que la IA alcance un nivel de inteligencia superior a la humana (superinteligencia) podría ser un riesgo si no se gestiona adecuadamente, ya que podría escapar a nuestro control y tener objetivos diferentes a los humanos.

Manipulación y desinformación: La IA puede ser utilizada para crear contenido falso y difundir desinformación a una escala sin precedentes, lo que podría socavar la verdad y la confianza en las instituciones.

Ética en la toma de decisiones: A medida que los sistemas de IA se involucran en la toma de decisiones importantes en áreas como la medicina, el transporte y la justicia, es crucial abordar las cuestiones éticas para garantizar la responsabilidad y la transparencia.

Singularidad tecnológica: La teoría de la singularidad plantea la posibilidad de que la IA alcance un punto en el que se vuelva exponencialmente más inteligente y autónoma, lo que podría tener consecuencias inciertas para la humanidad.

Es esencial abordar estos riesgos de manera proactiva mediante regulaciones adecuadas, investigaciones éticas, transparencia en el desarrollo de la IA y una reflexión cuidadosa sobre cómo integrar esta tecnología en nuestras vidas para maximizar sus beneficios mientras se minimizan sus peligros potenciales (CHATGPT, 26.07.23).

Fuentes:

Huelga de actores en Hollywood/ cnnenespanol.com; julio 20023.

A qué se debe la huelga de actores/ elcomercio.pe/Luces/ Agencia EFE, 15.07.23

Más de 8000 escritores exigen a los desarrolladores/ democracynow.org/es/

7 grandes compañías tecnológicas de Silicon Valley se reúnen con Biden/ democracynow.org/es/

Yuval Noah Harari, Conferencia La historia de los imparables, julio 2023/ YouTube/Aprendemosjuntos.com.

Yuval Noah Harari, 2018 “21 lecciones para el siglo XXI” Debate-Penguin Random House, Lima.

FOTO: elcomercio.pe y Hindustimes.com