Aún resuena en Europa la novedad de que Suecia paralizaba su plan de digitalización de las escuelas por el riesgo de crear “analfabetos funcionales“. Considerado uno de los países con mejor comprensión lectora del mundo, Suecia debía acelerar su plan de digitalización de las aulas, pero contrariamente le puso el freno.
El pasado 15 de mayo, la ministra de Educación, Lotta Edholm, anunció que dejaba en suspenso la estrategia de digitalización. Dijo que los libros tienen “ventajas que ninguna tablet puede sustituir”, y anunció que su Gobierno destinará 150 millones de euros para reintroducir los libros de texto en las aulas. Esto, como resultado de conocerse el nuevo informe internacional PIRLS que evalúa la comprensión lectora de los estudiantes de 4º de primaria y que, en el caso sueco, reflejaba un claro retroceso.
De inmediato los medios periodísticos y las publicaciones especializadas en educación de Europa hicieron eco de la noticia y se reavivó el debate sobre la conveniencia o no del empleo de las pantallas en los salones de clase. El escándalo puso sobre el tapete —entre otras cosas—que hay críticas y dudas razonables sobre el empleo de las pantallas en la educación; y que el tema del menor uso del libro para fomentar la lectura y el intelecto, no es sólo un tema educativo sino también político (como lo muestran los señalamientos del pobre desempeño de los alumnos en España).
A 11 puntos del fracaso. En realidad, otras fuentes informaron que Suecia no pretende abandonar su Plan de Digitalización, sino que ha dispuesto que diferentes expertos lo estudien para que, en función de las conclusiones que extraigan, se apliquen los cambios que consideren oportunos. Además, se ha sabido que los estudiantes suecos repetirán las pruebas: no las realizarán en formato digital, sino en papel.
El informe PIRLS muestra que Suecia logró 544 puntos, once puntos por debajo de su anterior marca de 2016, pero sigue liderando las pruebas, donde el promedio europeo es 528. España está por debajo con 521 puntos, mientras algunas regiones como Catalunya llegaron a 507, y en general solo un tercio de los alumnos españoles estuvo en el nivel más alto.
En apariencia, el debate surgido trasluce varios temores. El de ir con la digitalización educativa simplemente por la sensación de modernidad, aunque no haya diagnósticos ni comprobaciones fácticas de sus beneficios, ni siquiera en Suecia. El temor de que las actuales autoridades, los educadores y los padres de familia sean simples espectadores de un cambio hacia una generación de ciudadanos que será hábil con las tecnologías digitales pero que no discierne con criterio propio ni sentido común.
Catherine L’Ecuyer, doctora en Educación y Psicología, en una carta al diario La Razón, dice: “hoy por hoy, no hay un conjunto de evidencias suficientes que avalen este uso (de las tablets)”. “Los mejores resultados nunca llegan porque la motivación que miden esos estudios no es el interés por aprender, sino una fascinación pasiva ante los estímulos frecuentes e intermitentes. La mente aún inmadura del niño se vuelve pasiva y dependiente ante la pantalla cuyos algoritmos llevan las riendas”, agrega.
María Soledad Santana, doctora en Derecho, dijo: “Existe un deterioro de la enseñanza de los estudiantes a raíz de tantas máquinas que hasta colocan los acentos, subrayan las faltas de ortografía y el ordenador las corrige. El ordenador es un buen instrumento, pero el alumnado sólo puede aprender equivocándose, corrigiendo y leyendo en papel”.
Otros expertos han señalado que la culpa no es únicamente de las pantallas, sino del hecho de que no hay un fomento de la lectura ni en el hogar ni en la comunidad. En España se señalaba que muchas escuelas ya no cuentan con bibliotecas.
¿No es lo mismo leer en las tablets? Algunos sostienen que lo que importa es leer y no importa el soporte físico o tecnológico de esa práctica. Aquí vamos a recordar, previamente, las cualidades de la lectura:
a) Demanda el empleo del intelecto, porque la lectura exige concentración mental (decodificar un texto, entenderlo, evocar la memoria, organizar la información).
b) Exonera parcialmente a la memoria, puesto que el texto está ahí en forma física, tangible, el mensaje no es volátil, por tanto, es manejable, más confiable.
c) Permite el ritmo propio del lector y la vuelta atrás. Cada quién lee según su estilo e interés, y puede releer si alguna frase o párrafo lo amerita.
d) Genera una relación personal con el texto, puesto que el lector tiende a colocar marcas, subrayar o resaltar lo que le llama la atención o pretende recordar.
Ahora bien, es cierto que existen plataformas de libros digitales que emulan o intentan proveer la misma experiencia que la lectura del libro físico. Pero la pantalla sigue siendo una forma iluminada que no obtiene el contraste de la tinta en el papel. En adición: las rutas neuronales de leer en una pantalla son diferentes y puede que soslayen o descarten las de la lectura del libro impreso.
De otro lado, las pantallas (y con mayor razón los videojuegos) están asociadas a una experiencia plena de estímulos, cambios y gratificaciones inmediatas. No es fácil acostumbrarse a leer un texto que carece de estímulos fáciles y chillones. Por comparación, puede parecer aburrido desde el inicio. Así, el interés por comprender lo que se lee en la pantalla deviene bajo en comparación con la contemplación de contenidos audiovisuales.
En esencia, el problema de leer o no leer libros, es lo que ello significa: hacer el esfuerzo. Leer un texto impreso es un desafío que demanda buena atención; solo mediante esa concentración es que nuestro cerebro construye conexiones neuronales que predisponen nuestras emociones y sentimientos, así como el raciocinio y la memoria, ante lo que imaginamos. Leer nos enriquece y disciplina la mente, nos da un orden para ubicarnos ante lo que nos rodea. Veremos qué sale de ese debate europeo.
Foto: educacióntrespuntocero.com
Fuentes:
- Suecia no va a prohibir el uso de pantallas en las aulas
https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/pantallas-aula-suecia/
- Las escuelas suecas dan marcha atrás: Sacan las pantallas de las aulas y vuelven a los libros de texto. ¿Y en España, funciona la educación digital?
- https://www.criarconsentidocomun.com/pantallas-en-las-aulas/
- Hay algo peor que no saber leer: no entender lo leído y, por eso, en Suecia cambiarán pantallas por libros
https://www.elnacional.cat/es/tecnologia/no-leer-no-entender-leido-y-eso-suecia-cambiaran-pantallas-libros_1040685_102.html